Quiénes somos
Nuestra Forma y misión nació, como don de Dios a la Iglesia, con las niñas que quedaron huérfanas y abandonadas en la Huerta Murciana, a causa de las inundaciones de Río Segura.
Asumimos como norma de vida el Santo Evangelio siguiendo las huellas de Nuestro Señor Jesucristo, interpretado según San Francisco y nuestra Madre Fundadora
Como Hermanas Franciscanas de la Purísima somos continuadoras del proyecto de vida y obra de Paula Gil Cano, providencialmente llamada por Dios para dar vida en momentos de muerte.
Dóciles a la llamada del Espíritu, nos proponemos: ser con estilo franciscano y mariano, signo y portadoras del amor de Dios a los niños, jóvenes, enfermos y ancianos más necesitados.
Amamos a la Iglesia y acogemos todas sus disposiciones con entera adhesión.
El seguimiento de Jesús lo hacemos en grupo, en comunidad.
La Virgen Inmaculada es nuestra Patrona y nuestro gran modelo.